Y esta noche es Nochebuena...
Ahora empieza de verdad esa rueda que comentaba de comida en abundancia, bebida copiosa, compras opulentas y... familia.
Nunca me ha encantado esta época del año, ya lo he dicho...
Y sigue siendo así...
La mochila emocional cargada con recuerdos que guardo de estas fechas no contiene dulces sabores...
Comienzo el mes predispuesto al agobio, el hastío y la indiferencia y así es difícil cambiar los sabores de mi memoria.
Ese gen negativo que tanto domina en mi ADN me embarga por completo estos días y sin empezar ya miro a lo lejos el final de las fiestas como algo inminente sin disfrutar el momento presente..
Aún no está preparada la cena de Nochebuena y yo ya estoy pensando en recoger el Belem...
Todavía no me he sentado en esa mesa que me sacia solo con mirarla y ya cuento las faltas en las sillas...
No he probado el primer sorbo de champagne y ya siento la resaca de enero...
Gran defecto mío pero más que el calor del cariño de la gente siento el frío vacío que deja al apagarse el siete de enero volviendo a la realidad cotidiana...
Tengo fresca en mi memoria esa imagen amarilla ochentera en la que sentado frente al pino navideño me encargaba con tristeza de guardar hasta otro año los adornos con la nostalgia de pensar lo lejos que quedaba el momento en el que volvería a utilizarlos...
Alma de Grinch...
Este año no quiero...
Me lo he propuesto y este año quiero que sea distinto y disfrutar un poco más de ese amor y paz que nos envuelve en estas fechas y olvidarme de su fondo falso y formal...
Este año quiero exprimir a mi familia y sentir que si no volviera a ver otro rey mago en el salón de mi casa nunca más al menos ha merecido la pena verlo ahora...
Hoy no voy a llorar por las ausencias dolorosas y brindaré por las presencias reconfortantes...
Me olvidaré de llorar recreándome en la oscuridad de mi cerebro para dar importancia y brillo a la claridad que guardo en algún lugar de mi alma...
Se acabó nadar en el mar de la autocompasion y la zozobra...
Hoy voy a luchar por blandir la sonrisa luminosa de fiesta y desterrar esa mueca rancia y gris de agonía...
Voy a intentar disfrutar estos días como gran meta antes de acabar el año...
Pasos cortos, trofeos asequibles, retos sencillos...
Caminar antes de correr...
...y mañana Navidad.
