22/II/2000
Otra vez me encuentro frente a la mirada amenazadora de la hoja en blanco.
Otra vez me encuentro frente al implacable jurado de mi cerebro esquizofrénico.
Otra vez me sorprendo con un bolígrafo en la mano “llorando” de nuevo.
Otra vez tengo la impresión de ser un autentico fracaso.
Otra vez tengo la sensación de que nada relacionado conmigo merece la pena.
Otra vez me parece que todo lo que me rodea es un tremendo caos.
Otra vez intento desgarrarme el corazón y contar la soledad que guardo en mi alma.
Mírame a los ojos…
¿Sabes lo difícil que resulta contar la Melancolía que guarda mi cuerpo?
¿Sabes lo difícil que es reunir valor para plasmar la Tristeza en esta hoja?
No lo podría explicar con palabras por muy buen escritor que fuera.
Ni siquiera con gestos aunque fuera un gran actor.
No creo que pudiera hallar ningún modo fiable para que conectases con mi corazón y que el mismo te contase el vacío que me llena.
Mírame a los ojos…
Quizás no lo entiendas, puede que te sea difícil entender las letras que este loco intenta unir sin aparente sentido.
Es posible que pienses que toda esta sucesión de palabras sean producto de una mente enferma pero te pido un favor, no te dejes llevar por esa primera impresión de rocosa superioridad, que no te engañe esa sonrisa perenne que adorna mi cara, lucha contra ese aire de suficiencia que me cubre como una coraza.
Llega al fondo, busca dentro de mi al niño tímido que se protege con la armadura de la frialdad, tiende la mano a ese alma destrozada por el tiempo.
Mírame a los ojos…
Puede que esta confesión espontánea parezca excesiva, seguro que ni entiendes ni puedes imaginar como puedo arropar dentro de mi cama todos esos sentimientos contradictorios.
Igual no crees ni una sola palabra de lo que he dicho o, por el contrario ahora, por fin, comprendas por entero toda la dimensión del problema que me mantiene atado a las tres grandes amantes de mi vida.
A lo mejor tu has encontrado la manera de ayudarme a seguir luchando por andar mi camino.
Mírame a los ojos…
No se, sigo sin poder explicar con palabras la razón de mi desidia.
Aun no entiendo que entupida obsesión me mantiene atado a un amor que me produce tanto dolor.
No puedo explicar porque amo La Tristeza, quiero tanto La Melancolía y estoy perdidamente enamorado de la Soledad.
¿Cómo puedo explicarte algo que ni siquiera yo puedo entender?
¿Cómo quiero que me ayudes si no logro esclarecer la nube que tapa mi razón?
¿Cómo me atrevo a pedir tu comprensión si paso las horas luchando contra mi ser intentando comprenderme?
¿Cómo puedo gritar si mi voz esta rota de tanto “llorar”?
Mírame a los ojos…
No te asustes si sigues perdida en este remolino incesante de ideas amontonadas.
No te preocupes si no logras seguir el ritmo frenético de mi mano cansada, no te apures… Yo tampoco lo hago.
Con suerte al final entiendas estos veinte años cosidos a retazos rotos de urgencias, rutinas cansancio y disimulos, los veinte años cumplidos en sus brazos con la piel del corazón de gallina, esos veinte años de princesas azules que se marchaban sin apenas haber llegado, veinte baladas de Alejandro en los cajones, veinte siglos sin llamadas que apuntar.
Es sencillo, por favor inténtalo.
Mírame a los ojos…
Mírame a los ojos. !Si¡ !Ya esta¡ !Mírame a los ojos¡
Llevamos un rato divagando y dando vueltas en circulo y la solución estaba ante nosotros.
!Mírame a los ojos¡
Con solo mirar mis pequeños ojos verdes de sinceridad lo entenderás.
Solo unos instantes y tu mente te unirá a la mía para siempre abriéndose ante ti el maravilloso mundo que guardo y que no he dejado ver a nadie oculto por negros pájaros de mal agüero.
Solo unos segundos necesitan para explicarte mi “Gran Visión de la Vida” sin necesidad de articular una sola palabra. !Mírame a los ojos¡
Mis ojos son el vinculo de nuestra unión, posiblemente la única parte de mi ser que se mantiene cuerda y puede mostrarte “Mi Fondo”.
Mírame a los ojos, son tan sinceros como la sonrisa de un niño y te contaran todo sin ocultar nada.
Mírame a los ojos, solos tu y yo.
Mírame a los ojos, si tu quieres.
Mírame a los ojos…
