Suerte.
Esa palabra que resume y describe a la perfección a la gente que me rodea.
Suerte por tenerlos.
Suerte por disfrutarlos.
Suerte por su compañía.
Suerte por su comprensión.
Suerte por su ayuda.
Suerte por estar a mi lado.
Suerte por quererme, aceptarme y aguantarme...
Suerte por todo...
Da igual que no pida nada que ellos me dan sin reparos...
Solo un gesto, una mirada, un abrazo...
Eso llena mi vacío interno.
Este año no quería nada más ya y no necesitaba más que todo lo que ya habian hecho...
Y aún así...
Un poco más siempre...
Mis caballeros, mis amigos, mi familia...
Siento que a veces mi carencia de expresividad confunda...
Lo siento...
Siento que no lo merezco...
Nunca se me dio bien recibir sorpresas, regalos, atención...
Toda la facilidad comunicativa que encuentro refugiado tras una hoja y un boli se convierte en silencio y frialdad ante lo sorpresivo de los momentos inesperados...
Me encanta todo, lo juro...
Me encanta aunque me quede callado porque la emoción haga un nudo en mis cuerdas vocales y abra la boca sin emitir sonido.
Me encanta aunque mi cuerpo se quede inmóvil amordazado por los sentimientos sin poder abrazaros a todos.
Me encanta sentirme desbordado y superado por vuestro calido cariño.
Os quiero, necesito y agradezco vuestra compañía siempre.
Suerte y...
Gracias
