Y que te digo...
Que me canso...
Quizás sea culpa mía por no tener toda la constancia del universo...
De verdad que lo intento...
Pero me canso...
Sacas mi lado más oscuro...
Llevas al límite mi paciencia y crispas mis nervios rompiendo mi cordura...
No puedo mantener una lucha diaria contra mis demonios mientras intento derrotar también los tuyos...
Muchas energías quemadas calmando mi tormenta como para conseguir apaciguar la tuya...
Lo siento...
Me canso...
Me desgasta, erosiona y rompe...
Agotas mi energía en batallas repetidas sin tregua pacífica a la vista.
No encuentro la fórmula que logre saciar tu sed de todo porque ya no me queda nada...
Cansado...
Cuando consigo ver una tenue luz en la estancia oscura de las tinieblas de esperanza vuelves a darle al interruptor de noches sin fin en lo más débil de mi consciencia...
Mientras intento mantener el equilibrio en la cuerda floja de la vida tu sacudes con fuerza mis puntos de apoyo a base de insatisfacción y exigencia...
No sé si la meta de tus actos era esta absurda sensación de inutilidad emocional que me invade o una insana ansia de resentimiento continúo que no deja sitio a la felicidad pero lo has logrado...
Si, cansancio...
Has conseguido reforzar mi núcleo, pensamientos y creencias mas cercanas y reafirmar mi persona dentro de mi nuevo contexto temporal gracias a exigir un esfuerzo, para mi, extenuante.
Luces y sombras...
Nunca me rindo y siempre creo que puedo...
Pero aún así me canso...
