22/X/1998
¿Qué me sucede?
¿Es que tengo que ser desgraciado para sentirme a gusto?
No lo entiendo.
No me entiendo.
Al final se va a cumplir la poesía que martillea sin cesar mi cabeza:
“Ando de aquí para allí
sin encontrar mi afán parada
y no es que ande buscando nada
es que ando huyendo de mi.”
-RAMÓN DE CAMPOAMOR-
Lo tenía todo.
El momento más dulce del último año.
Todo iba bien.
No había nada ni nadie que me pudiera parar y…
De repente…
¿Qué paso?
¿Porque lo hiciste?
En un momento acabaste con todo lo bello que tenías a tu alrededor para lanzarte tras un sueño…
¿O no?
¿Realmente lo hiciste para alcanzar un sueño?
¿Seguro?
Dudas.
Como toda tu vida, miles de preguntas y ni una sola respuesta.
¿Lo hiciste por el sueño o porque necesitabas sentirte desdichado para notarte vivo?
¿Lo hiciste para buscar la ansiada libertad que pregonas o solo querías volver a sumirte en la Soledad?
¿Lo hiciste para ser feliz o lo que en realidad necesitas para sentirte bien es estar triste?
La verdad, no lo se a ciencia cierta, pero en tu mente una idea cada vez se hace más grande: ¿Toda mi vida va a ser así? ¿Toda la vida voy a andar de un lado a otro huyendo de mí?
Triste, huyendo de mi mismo.
Angustioso, nadie puede escapar de si mismo.
Imposible, evadirse de uno mismo es imposible…
Después de todo…
¿Por qué cada vez que logro algo valioso lo pierdo con tan suma facilidad?
Tremenda duda que quizás nunca se resuelvas.
![](https://static.wixstatic.com/media/725c0c_067bb77b08e247bc88d7072628c1ed2e~mv2.jpg/v1/fill/w_640,h_640,al_c,q_85,enc_auto/725c0c_067bb77b08e247bc88d7072628c1ed2e~mv2.jpg)