19/XI/1998
¿Qué hacer cuando la duda te embarga?
¿Qué hacer cuando tras horas y horas de reflexión sigues teniendo la misma sensación de perdida de rumbo?
¿Qué hacer cuando sientes que lo tienes casi todo y aún así te sientes vacío?
¿Qué hacer cuando eres completamente libre pero miles de ataduras te condenan en una cárcel de oro?
¿Qué hacer cuando aún conociendo la respuesta de tus problemas no encuentras el modo adecuado para ponerlas en práctica?
¿Qué hacer cuando tus gritos de socorro retumban por los rincones sin que nadie sea capaz de percibirlos?
¿Qué hacer cuando tu sonrisa se transforma en llanto en cuestión de segundos sin causa apreciable?
¿Qué hacer cuando el tiempo pasa y tu sientes que solo eres un espectador ante el teatro de tu vida?
¿Qué hacer cuando los problemas se te acumulan abrumándote?
¿Qué hacer cuando...?
...¿Qué hacer? Muy fácil. Piensa. Si, solo eso, piensa.
Piensa en la mirada de tu madre rota por los sufrimientos y condenas padecidas para hacerte la vida más fácil.
Piensa en tu padre y el cansancio acumulado a lo largo de cuarenta y tantos años de madrugones y horas de trabajo para sacarte adelante y que no te falte ni el más mínimo vicio.
Piensa en tu hermana prestándote su apoyo.
Piensa en la conversación reconfortante de tu mejor amigo intentando darte su “Gran Visión” de la vida y cambiarte la mueca de dolor por una leve sonrisa.
Piensa en la sonrisa de esa amiga a la que le acabas de tender la mano.
Piensa en aquel primer sabor de “Flor” en tu boca.
Piensa en el sabor de los labios que te regalaron sus secretos de forma desinteresada entregándote su calidez con venerable sinceridad.
Piensa en la hiedra que te entregó su cuerpo para experimentar el escalofrío por la espalda del placer sin barreras.
Piensa en la cercanía que provoca la hilaridad de un cerebro empapado en alcohol.
Piensa en la única vez que notaste tus sentimientos palpitar dentro de tu pecho.
Piensa en el corazón de aquel narciso amarillo que te dio su alma en propiedad para que velase por ti para siempre.
Piensa en todas las personas que han dedicado al menos un solo segundo de su vida para atenderte.
Piensa en la fragancia familiar que desprende tu hogar y la sensación de seguridad que te embarga al cruzar su puerta.
Piensa en el sol al amanecer y en la luna cuando anochece.
Piensa en la sensación de frescura que te regala una ligera brisa la tarde más calurosa del verano y ese cálido abrazo que te brinda un rayo de sol la tarde más fría de invierno.
Piensa en la belleza del manto verde que se tiende uniforme en el campo cuando la “prima Vera” vuelve a casa de sus vacaciones.
Piensa en la pureza del primer copo de nieve que cae sobre ti en Navidad.
Piensa...
...Piensa en que tienes que seguir luchando por todos y cada uno de ellos.
Piensa en que no puedes defraudar a nadie y que dejar de disfrutar de las maravillas que te rodean no sería de lo más inteligente.
Piensa que, si no lo haces por ti, debes dedicar todos tus esfuerzos a esas personas que te quieren y se han sacrificado por ti en estos años.
Piensa que tu no tienes derecho a defraudarles...
¡Eso es!
Hazlo por esas personas que te quieren y se preocupan por ti.
Hazlo por esas personas que te apoyan y te aguantan.
Por una vez no seas egoísta y olvídate por un instante de tu egocéntrica persona e intenta volverla algo altruista.
Intenta llenar de orgullo su vida ofreciéndoles tu esfuerzo diario a la gente que te rodea.
Lucha contra tu apatía.
Sigue luchando.
Sigue luchando por las personas que merecen la pena, por lo bonito que hay en este mundo que vale tu tristeza y sacrificio...
...Cada vez que te hundas no dudes, levántate pensando en ellos y continua luchando contra esas trabas imaginarias que te ahogan, contra la mierda del mundo que habita en los negros corazones de los demonios que pueblan la tierra, contra las dudas que te invaden, contra tu propia desidia...
Sigue luchando contra tu yo más oscuro y terrible...
A veces hacer las cosas por otros, encontrar inspiración fuera de tu ser, resulta más sencillo que preocuparte de ti mismo...
...Lucha por ellos y... por ti...
