Coliflor

La coliflor...

Esa planta con carrera universitaria familia del brecol...

Esponjosa, turgente, fresca, blandita, suave y dulzona.

Vital, nutritiva, sana, acuosa, dietética.

Rancia, algo rancia.

Digestiva, diurética, flatulenta, saludable... estupenda.

Popular, cocinable, buena.

Inexpresiva, simple, conocida.

Soberbia...

Magnífica. 

Verde, claro... verde... Y amarilla.

Fría.

Fuerte. 

Rica, refrescante, sabrosa...

Picante.

Desengrasante, insípida y en ocasiones horrible.

Madura y melosa.

Voluptuosa, simpática, limpia, comestible y barata. 

Sosa, muy sosa.

Amable, alegre, asequible, así estas tres con la a.

Sufrida, pastosa, verde-amarillenta. 

Apasionada y atrevida, hosca y extravagante, jugosa y suculenta.

Seca, como el desierto mas abrupto...

Quemada por su condición,  recia por convicción, dura por necesidad.

Salada... 

Pesada...

Caducada.

Caliente y condimentada.

Cruda.

Crujiente, correosa...

Deliciosa.

Dulce, empalagosa, exquisita...

Aceitosa y ácida, ahumada y aromática.

¡Asquerosa!

Apetitosa, agridulce, exigente y entusiasta siempre.

Intratable...

Agria.

Chamuscada.

Estúpida...

Sabrosa y agradable.

Gruñona, burlona, fanática...

Atrayente bien combinada.

Apetecible para mí si se aparta.

Delicada en su nacimiento.

Incitante, seductora, carnosa, sápida, grata, interesante y encantadora como pocas.

Absorbente, cautivante, complaciente, deseable, codiciable y envidiable en mentes culinarias

Pulposa, adiposa, gorda y voluptuosa, seductora y placentera.

Atenta.

Generosa en proteínas.

Valiente.

Despierta...

Coliflor...

La coliflor que se presenta ante mí como un recuerdo recurrente del pasado vestido con trajes de presente.

Tu querías, me retabas, a que no sería capaz de escribir cien adjetivos sobre esta enemiga de mí estomago y aquí estoy...

Jugando con las letras y las definiciones intentando crear esa alquimia que me gusta pensar que realizo con alguna gracia en mis soliloquios carentes de miras reales.

Pero hoy si hay un objetivo, una mira real, un fin de juntar, reunir y recopilar tanta palabra seguida.

Hoy quiero demostrarte todo el respeto que te digo que me provocas a través de intentar superar este gracioso reto que decidí aceptar como prueba de mí consideración hacia tu inteligencia.

Ya se que nunca me retaste y que yo solo me "subí" y "campaneé" como tantas veces hago, pero así con esa excusa algo nuevo y, sobre todo distinto, sale de mi cabeza demasiado enrevesada en todos los casi siempre.

Así con este "Lloro" arrojo algo de luz dentro de la oscuridad dominante en todas las estrofas que suelen salir de mis más profundos adentros.

Y aquí acabo...

Aquí lo dejo...

Esto es lo que salió.